4 mar 2012

Prepándome para la batalla


No hacía ni un mes y medio que habían empezado la escuela y ya recibí la primera "notita" de los piojos. Sí, sí, aquella nota en que siempre te dicen que han detectado algún caso, que sobre todo les revises la cabeza y que si encuentras “algo” empieces el tratamiento. En la guardería ya me lo habían pasado un par de veces. ¿Qué quieres que os diga? Me entra el pánico sólo leerla.

Me visualizo. Me conozco. Las estoy bañando y veo uno de los «bichitos» en su cabeza. Ahhhhh, no lo puedo soportar. Me da un asco impresionante. Sólo de pensarlo me da un ataque de angustia y empiezo a rascarme la cabeza. Y además, me pregunto... ¿es tan complicado inventar algo que acabe con estos bichos de manera rápida y efectiva? Un spray que los haga desaparecer, por ejemplo. ¿Cómo puede ser que con la cantidad de cosas que se inventan, aún estemos así con los piojos?

Me estoy preparando para la batalla. Para ir a la guerra. Sé que lo más probable es que tenga que llegar a las trincheras en algún momento u otro. ¿Estaré preparada? En primer lugar se aceptan todos los consejos inimaginables para evitar acabar en el campo de batalla. Pero si tenemos que llegar, también se aceptan consejos para afrontar esta "guerra". Necesito recopilar los mejores métodos, las mejores tácticas. Y también el mejor armamento. ¿Y lo de los piojos como acaba? ¿Levantan la bandera blanca?



4 comentarios:

  1. Uf,a mí mi madre me peló casi al cero a los seis años y cortó por lo sano :S

    Pero mis amigas usaban el peine de metal y el champú especial. ¡Suerte!

    ResponderEliminar
  2. lo mejor...el acondicionador...!! o enjuague de cabello...aunque no lo crean...le colocan bastante le masajean la cabezita le colocas un gorro se lo dejas 30 min o mas, lo que puedan y listo, eso no se que tiene pero los espanta ..!

    ResponderEliminar
  3. Champú, loción, liendrera y de vez en cuando lavarles el pelo con vinagre: un coñazo desde luego, pero es que son horribles.

    ResponderEliminar
  4. Cuando yo era pequeña mi madre hacía algo que hoy nos hace llevarnos las manos a la cabeza.
    Me rociaba la cabeza con insecticida, me le envolvía durante una eternidad con una toalla, después me lavaba con agua y vingre y....¡no quedaba ni uno! Jajaa
    Si algún día mis hijos tienen piojos trataré de que mi madre no se entere no sea que vuelva a las andadas!Jajaja

    ResponderEliminar