Este es el cuento de la princesa Ventolín, un cuento con una protagonista preciosa, unos virus muuuuy, muuuy malos, y unos papas que sufrieron mucho por primera vez (y sabiendo que no sería la última). Pasó prácticamente hace dos años, pero sólo que acordarse de ello, me estremezco. Venga, que empieza el cuento.
Érase una vez, en una ciudad no muy lejana... Había una princesa que tenía un poco de tos. Durante dos semanas, su hermana gemela no se había encontrado demasiado bien, pero ella, aguantaba y aguantaba, y no daba signos de fatiga. Jugaba y gateaba, se subía a todas las sillas y lo tiraba todo por el suelo. La pequeña princesa, pero, no terminaba de ponerse bien, y además, era tan delicada, que cuando tenía que tomar Apiretal o Dalsy, vomitaba todo lo que los cocineros reales habían hecho para comer, para cenar, o en formato biberón . Los reyes decidieron llevarlas al pediatra del reino, que les dijo que una tenía un poco de otitis y faringitis, y la otra un proceso gripal "normal". Pero los avisaron: "Si en 48 horas no se encuentra mejor, tenéis que ir al hospital".
Todos contentos y confiados en que no sería necesario, los papas fueron a la farmacia a buscar los medicamentos... y de vuelta a su castillo. Pero dos días más tarde, la intranquilidad se apoderó de toda la familia. La princesa Estel estaba "apagada" y continuaba tosiendo. Coincidiendo con el Barça - Madrid (otro día os contaré 'la maldición') y cogiendo un yogur sólo por si la princesa tenía hambre, fueron al Hospital. Muchos niños y padres preparaban el asalto de urgencias, intentando llegar a un box y a la visita del pediatra.
La mama de la princesa, que se pensaba que le confirmarían aquello de "tranquila, esto es lento y tendrá que estar un par de días más en casa ... que se tome esto y lo otro ", se sorprendió al ver que se miraban mucho a la niña e intuyó que algo no iba del todo bien. Y efectivamente, a la princesa Estel le hicieron la primera radiografía, la primera "fumigada" de Ventolín (3 en una hora) y llegó el momento horroroso:
"Os tenéis que quedar ingresados en urgencias"-dijo la doctora-.
(Continuará)
Uff,pobre,bienvenida al reino de Ventolín!!!Lo mejor es como se ponen como motos tras las fumigadas ventolinianas!!!
ResponderEliminarbesitos
ooooooooooh, jo que penita!! Pues nada, solo queda hacerse a la idea. Venga ánimos y que vaya bien! Un besito.
ResponderEliminarRepollete y el Ventolín son grandes amigos... pero todo sea por no verlo ahogarse en medio de un proceso de tos... en cambio su hermana es fuerte y dura y es raro verla malita...
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