15 sept 2011

'Estrés escueladaptaciológico'


Sufro otra enfermedad ... sí, de esas extrañas enfermedades que tenemos los que somos padres. Se llama ‘estrés escueladaptaciológico’. Si me hubierais preguntado el martes habría respondido: “Como se alargue mucho más, yo no lo soportaré".

 
Me he obligado a esperar cuatro días para escribir sobre la adaptación a P3 y la nueva escuela. El martes fue muy duro. Los llantos fueron in crescendo sólo con pisar la escuela y se contagiaron entre ellas. Y por mucho que intenté calmarlas y tranquilizarlas ... cada vez era peor. Me fui de la escuela en medio de un drama. Eran las dos únicas pequeñas que lloraban. Y me sentía fatal. Cuando las recogí estaban tranquilas, pero no había ido demasiado bien. Quizás me sentía tan mal porque no me lo esperaba. En la guardería siempre se habían quedado muy contentas y sin llorar ... y hacía tiempo que hablaban de ir a la escuela de los "mayores". Sí, ya lo sé, paciencia, mucha paciencia. Son muchos cambios y tienen que asimilarlos. "No te estreses", me dice todo el mundo. Me lo dirán porque me lo notan en la voz. "Es normal". Sí, ya lo entiendo, pero a mí se me rompe el corazón.
El miércoles fue mucho mejor. De alguna manera, se cumplía la rutina que les habíamos contado durante todo el verano. "Ahora mamá por las mañanas no estará en casa. Papá os llevará a la escuela. Ona se encontrará con Jana y Estel con Dalia". También el miércoles: reunión con las dos tutoras. Gran conversación. Me cuentan que en algún momento han pedido ir a ver a su hermana. Como también lo han hecho los otros tres (!) pares de gemelos que hay en P3 (porque todavía hay quien no se cree la teoría de la invasión?).
Tensiones Ha sido una semana dura ... el martes especialmente, que me tocó el "drama" más fuerte. Hasta ese punto que debes decirte a ti misma "respira hondo, respira hondo". Aguanté como pude y al final me tumbé en la cama y pude desahogarme. No puedo evitar llorar en estas situaciones. Lo saco todo y luego me quedo más calmada. Creo que me salió todo. La tensión de los últimos 15 días. La tensión por tener que hacer lo imposible para cuidar de las niñas antes de que empiece la escuela y tú ya estás trabajando, la tensión de poner en marcha nueva temporada radiofónica y todos los ajustes que ello conlleva con nuevos horarios y volver al directo, la tensión de empezar en la escuela. La tensión de escuchar las declaraciones de una consejera de Educación que dice que las familias no nos viene de media hora y que no pasa nada si los niños salen más pronto. “Respira hondo, respira hondo”…
Fuera tensiones. Con mi mejor sonrisa cuento a las dos pequeñas que mañana volveremos a la escuela. Y que las iremos a buscar y jugaremos juntas toda la tarde. Sé que todavía habrá algún llanto. El gran qué es saber que están en muy buenas manos. Y eso es lo que más me tranquiliza.

1 comentario:

  1. Jo tinc sort que l'Alex ha anat contenta tots els dies...em preocupa que pasarà la setmana que ve, quan hi vagi desde les 9 fins les 5 i no ens veiem fins les 8 que jo arribi a casa...
    s'em trenca el cor només de pensr-hi, del poc temps que tindrem juntes, de si estarà be a l'escola, si menjarà, si dormirà sense el xumet,....en fi, que millor no pensar-hi, perque sino em poso trista i no vull transmetre la meva angoixa a la nena...

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