28 oct 2011

Miedos que paralizan



Recupero el relato cronológico de la invasión y recuerdo aquellos miedos paralizantes de los primeros días. Aquellos días en que todo es nuevo. Recuerdo el momento de llegar a casa. Con un viaje desde el hospital de cinco minutos y que os lo juro, se hizo eterno. Con nervios, pero con la comida hecha (que para estas cosas mi madre es muy práctica y ya imaginaba que no teníamos nada en la nevera ni ganas de cocinar nada). Descargar todo y situarnos de nuevo. Fue como si hubiéramos hecho una mudanza. Era como un piso nuevo.

Ahora lo recuerdo en medio de una neblina. El sufrimiento porque no me subía la leche. El sufrimiento de pensar si podría dar el pecho a las niñas. Me habían hecho cesárea... aunque me encontraba bastante bien, me costaba aguantar el peso de las pequeñas. Recuerdo especialmente el miedo que teníamos (los dos), de pisarlas, de aplastarlas por la noche, en nuestra cama. Dormían en los cunita en nuestra habitación, pero a menudo se dormían en brazos con nosotros. A veces me había dormido con ella en el brazo izquierdo. De repente me despertaba... y no estaba! Me cogía un sobresalto y despertaba a mi marido: "Jordi, donde es la niña?". Me miraba sorprendido: "Tranquila, lo he puesta en la  cunita". El co-lecho con dos bebés tiene algunos inconvenientes ... Recuerdo que me obsesionaba pensar si comían lo suficiente o no ... si dormían demasiado o demasiado poco. Si las abrigaba demasiado o si iban demasiado destapadas. Estaba tan cansada que tenía miedo de dormirme y que una niña me cayera de los brazos.

Pero eso fueron sólo los primeros días. Supongo que es el peaje de ser madre por primera vez y que de repente, tienes dos criaturas. Luego, poco a poco, todo toma su medida, y creo que fuimos capaces de aplicar el sentido común, que a menudo parece que no está suficientemente valorado. Cada cosa a su tiempo. Son de aquellos miedos que observados desde el privilegiado paso del tiempo, te hacen pensar cómo y cuánto has aprendido y sobre todo, cuántas cosas te han enseñado tus hijos

1 comentario:

  1. A mi me pasó lo mismo. Pero solo con uno. No me puedo imaginar la misma situación con dos. Debió ser muy duro.

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