Viernes por la tarde. Saliendo de la escuela.
- Estel, ¿qué has comido hoy que no me acuerdo?
(típico momento que has pensado hacer pasta y pescado para cenar y resulta que
es justamente lo que ha comido para el almuerzo. ¿No os ocurre a menudo, esto?)
- Alioli, mama.
- ¿Perdón? ¿Que dices que has comido?
- Alioli, mama.
- Estel, no puede ser...
- Sí, tenían carne dentro y nos han puesto tomate
por encima.
- Ah, raviolis, amor, se llaman raviolis
:)
PD. Ya me veo inaugurando una sección dedicada a
estos grandes momentos y conversaciones que nos regalan los más pequeños. La
primera de Estel también fue de antología… Fue La verdad sobre perros y vacas. Y Ona me emocionó en La mejor cena del mundo.
Ja ja!!! Q maja!
ResponderEliminarLa verdad es q sí. Son d lo q no hay...
Además, lo dicen tan convencidos...
jajaja, ¡genial!
ResponderEliminarAnímate a hacer una sección de este tipo de reflexiones, son geniales, yo ya tengo una que se llama DE NIÑOS...
Estas cosas o se anotan o inevitablemente se olvidan. Ahora me acuerdo de una que me dijo mi grandullón. Un día me quería hacer un "beso animal" y mientras yo me esperaba un beso a lo bestia, como un animal, va y me viene súper tierno y me hace el típico "beso esquimal" nariz contra nariz. Me hice un hartón de reir y él no entendía nada, pobre!
Mi hermano un dia llego a casa diciendo que habia comido "Alpiste" xDDD
ResponderEliminarAl final tras averiguaciones varias, resulto ser "Pisto" algo mucho menos pajaril xDDD
gracias a todas por comentar...
ResponderEliminarla verdad es que me encantan estos pequeños momentos de conversaciones con ellas... son geniales!!!!!