En la televisión veo un grupo de Mujeres Desesperadas… estupendas, con unos problemas exponencialmente alucinantes para cualquier mortal y con unos modelitos recién levantadas y salidas de la cama que ni en un catálogo. ¿Y ese maquillaje perfecto? ¡Venga ya, eso no existe!
En el mundo real veo un grupo de Mujeres Imperfectas. De Mamis Imperfectas. Estupendas, con unos problemas reales, palpables y reconocibles para cualquier mortal y con pijamas, camisones y bragas de catálogo. Y sí, supongo que algunas veces, todas nos sentimos desesperadas. Pero esos desesperos que no se ven en televisión (vale, algunas veces sí). Las chicas de la tele no parecen nunca cansadas ni agotadas. ¿Planchan? ¿Friegan? ¿Trabajan? ¿Leen?
En un partido entre Desesperadas vs Imperfectas… me quedo con las Imperfectas. Esta tarde ha sido genial volver a encontrarme con Ana, Mónica y Silvia (a quién ya conocía), y poner voz y cara a Ester, Pilu y Alícia. Y vía WhatsApp también hemos tenido cerca a nuestras mamis del Sur, del Norte y del Oeste (aunque no se hayan podido hacer la foto con el mamut. ¿Qué pensábais? ¿Que era una foto de las Desesperadas?) ¡Qué corto se ha hecho! Estos días he estado leyendo vuestras reflexiones sobre qué es y cómo es una familia 2.0. Es difícil de explicar a veces... Pero es muy fácil… gente con quién te sientes bien, tienes afinidades, hablas, compartes, haces confidencias, te ayudas, te emocionas, te ríes… Y con suerte, te tomas un refresco. Un beso enorme, Imperfectas.