Muy a menudo se habla
de la presión que los padres ejercen sobre los niños. O la escuela. Se hace
cuando hablamos de responsabilidades, deberes, aprendizaje, expresión de sentimientos...
los presionamos para que con 5 años lean y escriban perfectamente toooodas las
letras y palabras y casi que hablen con fluidez el inglés... como mínimo.
Además, hacen teatro, baloncesto y natación. (Puede parecer exagerado, a mí me
parece una locura ponerles esta presión, pero sí es verdad que veo casos que lo
toman como algo "normal").
Pero hoy no os quería
hablar de este fenómeno (ya lo haré otro día en serio). Toda esta introducción era para hablaros del efecto
contrario. Porque... a los padres... ¿quién nos defiende de los niños
"presionadores"? Os pondré unos ejemplos-reales-de mis gemelas.
Método de presión 1:
Sábado, 7 de la mañana. Se despiertan. Si tenemos en cuenta que durante toda la
semana su padre a veces tiene problemas para levantarlas para ir a la escuela
porque no hay manera de que abran los ojos y espabilen... no me digáis que no
es un método de presión… premeditado por su parte.
Método de presión 2:
Sábado, 7:30 de la mañana. Las tenemos las dos en la cama, en aquellos intentos
desesperados de autoengañarnos y pensar que podremos dormir un poco más. Al
menos, si nos levantamos de la cama a las 8.00, la cosa no hace tanto daño.
Pregunta típica de Estel (recordad, sábado, 7:30 am): "Mamá, ¿qué comeremos
para almorzar?". SIEMPRE la dichosa pregunta. Pero si no sé ni qué desayunaré,
me acabas de despertar, tengo sueño, quiero dormir... ¡no tengo ni idea de qué
haremos para comer!
Método de presión 3:
Sábado, 7.35h de la mañana. Estel no se queda tranquila con mi respuesta.
"Mama, y después
de comer... ¿qué haremos?”. Y no tiene freno: "¿Y para cenar qué
comeremos?". Su hermana no se queda corta. "Mañana, ¿es fiesta o
vamos a la escuela?". "¿Y qué comeremos en la escuela?".
"Mama, ¿me pintarás un dibujo?"
Método de presión
definitivo: 7.40h Tanta demanda de información me mata. Tanta presión para la
programación diaria, un sábado a esta hora es insoportable. Me doy la vuelta y
le suelto a mi marido: "Si tú vas
al comedor a jugar con ellas yo vengo dentro de un rato. Te lo cambio por la siesta”.
Trato hecho.
buenisimo como siempre... Al final se trata de sobrevivir... Pero estoy segura de que te habrá hecho soltar alguna sonrisa todo esto ... ¿a que si?
ResponderEliminarbesos MUAAAAK
y muchas carcajadas... :-) bueno, a las 7 de la mañana de un sábado (cuando me levanto cada día a las 5.45h), no muchas, la verdad...
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