A priori... en
nada. Una la asociamos a la playa y la otra a la montaña. Una me hace pensar en
calor, ese momento que bajas a la playa y como le ha estado dando el sol, te
quema la planta de los pies. Una se te pone por todas partes, dentro del
bañador, en las uñas ... seguro que habéis "comido" más de una vez.
Puede ser muy fina o gruesa, y rasposa. De un blanco claro, pasando por todas
las tonalidades de crudos y marrones e incluso roja o negra. La otra, la nieve,
es fría. De una textura que va del azúcar en polvo a piedrecitas, de un blanco
que hace daño a los ojos. A veces se te pega a los ojos y hace daño, de tan
fría y blanca.
Entonces... ¡¿en
qué se parecen la arena y la nieve? Tienen un punto en común que las hace
idénticas. Son un imán para los niños. Poned niños sobre la arena o sobre la
nieve y tendréis diversión para un buen rato. No hay nada que los haga saltar
tan rápido como dos frases:
- Vamos a hacer
castillos de arena
- Vamos a hacer
un muñeco de nieve (ya funcionaba incluso antes de Frozen)
¿Y sabéis en qué
se parecen también? En la fantástica capacidad que tienen las dos, arena y
nieve, de convertir a los niños en croquetas…
:D Qué ganas de tener niños croquetas!!!!!!!
ResponderEliminar