25/12. Día de
Navidad. Acabamos de comer en casa mi hermana y Estel dice que quiere quedarse
a jugar con las primas y también a dormir. Ona dice que no, que quiere ir con
papá y mamá. Vamos a casa a buscar 4 imprescindibles. Estel está feliz jugando
y recogiendo en casa de su tía y no se echa atrás. Ona tampoco. Están las dos
muy emocionadas. Es bueno que quieran hacer cosas diferentes. Estoy segura que
hoy les costará ir a dormir temprano. Mi hermana me cuenta que Estel se ha zampado
dos canalones para cenar, un helado y que después aún tenía más hambre (¿dónde
se mete la comida, esta criatura?). Yo también voy a dormir tarde. Tengo
trabajo atrasado. Pero estoy agotada. Además, al levantarme cada día laborable
a las 6 de la mañana, provoca que los fines de semana mi reloj interno también
me haga levantar temprano. Voy a dormir con la perspectiva de que no dormiré
mucho.
26/12. Día de
San Esteban (festivo en Cataluña). Me levanto con la sensación de haber tenido
un sueño extremadamente reparador. Miro el despertador. No puedo creerlo. Son
las 09.40h. ¿Y Ona todavía está durmiendo? ¡Es increíble! Me lo vuelvo a mirar
porque es inverosímil. ¿Y yo he podido dormir todas esas horas seguidas? Sí,
sí, es cierto. Hacía años que no pasaba. Al cabo de un rato me llama mi
hermana. Estel no hace demasiado que se ha despertado, contenta y feliz. Se
despierta Ona. Volvemos a llamar a casa mi hermana para que las peques se
quieren decir "buenos días".
Hoy hemos
tenido un regalo inesperado. Inesperadísimo. Como todos los regalos sorpresa...
son los mejores. No ha sido un regalo material, sino físico y mental. Señores y
señoras... eso sí que es un regalo. Para todo los demás, como decía aquel anuncio...
Mastercard!
Pues, felicidades entonces! creo que ha sido una gran demostración de la confianza que tiene.
ResponderEliminarQue rico dormis más cierto!
Saludos.
Madre mía, cuando leí el titulo del post en mi blogroll sabes lo que pensé, ¡Que estabas embarazada! Venía directa a darte la enhorabuena y todo je je Qué gustito eso de dormir a pierna suelta eh? Menos mal que yo me he tirado media vida durmiendo como una auténtica ceporra para coger fuerzas antes de ser madre, y es que algo me decía que iba a necesitar bastantes reservas...
ResponderEliminar