La semana pasada hicimos la reunión de curso. Un poco tarde, podéis
pensar muchos, pero teniendo en cuenta que han tenido que poner en marcha los
proyectos, y que apenas hace unos días comenzaron a funcionar los espacios a
pleno rendimiento, pues esto de hacer reuniones de inicio de curso se alarga un
poco.
Una de las cosas que más me gusta de las reuniones es poder
"espiar" su día a día. Dar un vistazo a un espacio suyo, donde pasan
muchas horas al día y donde aprenden tantas cosas. Y por mucho que te cuenten,
verlas "en acción" te ayuda a calibrar ciertas cosas. Uno de los
mensajes que quedó claro en la reunión es que había cinco áreas que tenían
mucha importancia en este curso: lectura, escritura, matemáticas, emociones y
relaciones. Como dicen las tutoras, "ahora estamos empezando a conocer
bien a vuestros hijos", por lo que ahora, todos los programas se irán
adaptando a sus necesidades. Hay objetivos a conseguir. Al ponerlos en la
pizarra, tuve un poco de sobresalto. Pero no fui la única. "¡Tranquilos! ¡Estos son los retos de cara a final de curso!
", se rió la tutora. Sí, nos debió ver las caras. Es evidente que cada
niño es un mundo y cada uno sigue su ritmo. Lo veo yo con dos niñas mellizas en
casa, imaginad 26 alumnos en el aula.
Una de las principales recomendaciones fue la importancia de leer cada
día con ellos. Un poquito. Un hábito. Un placer. Y seguir buscando cada
experiencia de la vida para enseñar aprender cosas. Ir al mercado puede ser un
gran ejercicio de lectura y matemáticas.
Y como es habitual de estas reuniones, no sólo las vivimos los padres.
Los niños de la clase nos preparan siempre una sorpresa. Este año, la clase de Estel
(proyecto cine) prepararon una stop motion con sus fotos disfrazados de
Charlot. Y sí sí, con entradas y todo, numeradas, para entrar en la clase y
encontrar nuestra butaca. Y la clase de Ona (proyecto cocineros), prepararon
ese mismo día tres fantásticas cocas para que los padres pudieran cenar un
poquito. "¡Y si sobra algún trocito nos lo guardáis!".
Pero no fue la única sorpresa. Redactaron un texto, que bajo el lema ¿SABES
QUIÉN SOY ?, teníamos que descubrir, en base a pistas que nos daban, cuál era
el de nuestro hijo / a. Primero se describían físicamente, y luego
emocionalmente (ya hablaré otro día sobre ello, porque da bastante de sí).
Aquí tenéis sólo una frase. Como para que alguien me vuelva a decir que
mis hijas gemelas son "iguales". Ahora bien, coinciden en que les
encantan los espaguetis pero no les gustan las acelgas.
(Soy alegre, inquieta, habladora, movida y valiente)
(Soy alegre, callada, tranquila y vergonzosa)
Este curso he empezado el proyecto en el bloque de explicaros,
cada semana, algunos de los trabajos que Ona y Estel hacen en la escuela.
Porque son pequeños trabajos que nos permiten ver qué y sobre todo, cómo
aprenden. A mí me gusta verlo, y sobre todo, ver también qué hacen en otras
escuelas. Seguro que podemos sacar buenas herramientas para ayudar a los más
pequeños!
PASO A PASO: ASÍ ES ESTE CURSO - SEGUNDO DE PRIMARIA