El post de hoy está dedicado a mi compañero y pareja de viaje. Cuando pienso en la gran aventura que empezó hace seis años (esto de tener mellizas), creo que los dos estaríamos de acuerdo en escoger dos momentos.
Mayo de 2008: Vamos a la ginecóloga. El test me ha dado positivo, así que vamos a asegurarnos y a confirmarlo. Vivimos un momento hilarante que describí nada más empezar a escribir este blog ('Ya puede sentarse', lo podéis volver a leer si os apetece. La situación es la siguiente.
Yo estoy tumbada en la camilla.
Ginecóloga (a mi marido). Siéntate
Jordi: No gracias, ya veo bien la pantalla.
Ginecóloga: Mejor que te sientes
Jordi: ¿Vamos a estar mucho rato?
Ginecóloga: No, pero siéntate. Es que ella (yo) ya está tumbada (la mujer debía sufrir que se desmayara en el momento de decir que venían dos).
Ginecóloga (a mi marido). Siéntate
Jordi: No gracias, ya veo bien la pantalla.
Ginecóloga: Mejor que te sientes
Jordi: ¿Vamos a estar mucho rato?
Ginecóloga: No, pero siéntate. Es que ella (yo) ya está tumbada (la mujer debía sufrir que se desmayara en el momento de decir que venían dos).
A media tarde me manda un SMS. “Cómo estás? Estoy de los nervios. No puedo concentrarme en nada”.
Creo que los dos estábamos igual. Esa noche estuvimos despiertos hasta tarde, nerviosos con la notícia. Yo preocupada por un posible embarazo de riesgo. Él por cómo nos organizaríamos a nivel logístico.
Diciembre de 2008. Estoy en la sala de operaciones, cesárea. Veo a las niñas pero sé que se las van a llevar con él. Esto me tranquiliza. Jordi siempre cuenta que de golpe apareció la enfermera, le felicitó, le explicó que todo había ido bien y le puso las pequeñas en brazos. Las cogió, bien cerquita suyo... y se dedicó a darles la bienvenida, a contarles las cosas que le gustaría hacer con ellas y que pronto nos las llevaríamos a casa.
Cada día. Sí, son dos momentos míticos, pero lo que realmente importa son los millones de instantes que hemos vivido des de entonces. Los más pequeños, el día a día, las conversaciones sobre educación, buscando soluciones a los problemas, cuadrando círculos, discutiendo, riendo... esas afirmaciones de "no me veo haciendo pulseras" y acabas haciendo collares y aprendiendo a hacer colas para que vayan bien peinadas al cole. Brindo por todos estos pequeños y maravillosos momentos.
Precioso cómo siempre. Felicidades a ese papi tan bueno
ResponderEliminarBesos bella
muaks preciosa!!!
EliminarQue bonita entrada, felicidades por estos maravillosos momentos!!!
ResponderEliminarBesos!!!
Gracias Alba! estos momentos son únicos!!!
EliminarUna entrada llena de ternura y preciosos recuerdos. Felicidades. Un beso.
ResponderEliminarGracias!!! ahora los recordamos con una ternura especial...
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