* ¿Me gusta encontrar
lugares que piensan en mis necesidades? SÍ.
* ¿Me gusta que me
atiendan respetando estas peculiaridades? SÍ
* ¿Me puede hacer
decidir volver a un lugar o dejar de ir? SÍ.
* ¿Lo valoro como un
valor añadido que por ejemplo, me cueste un poco más caro? SÍ.
Cuatro preguntas que
contesto con un SÍ rotundo y que de hecho, podrían aplicarse a cualquier
persona y / o consumidor. Sólo que hoy lo analizo desde el punto de vista de
las familias, de ' mi yo' como unidad familiar, con algunas necesidades,
intereses y variables que han cambiado desde que tuve las mellizas.
Hace unas semanas, en
un programa radiofónico, creo que en la SER, preguntaban sobre el debate de si
las compañías aéreas debían ser espacios donde se "vetaran" las
familias con niños, porque molestaban a los demás pasajeros. Recuerdo que respondí,
casi incrédula, si las compañías aéreas no se habían dado cuenta que haciéndolo
al revés, quizás aún ganarían más pasajeros. En todo caso hay espacio para
todos y me parece un debate exagerado. Pero... yo preferiría volar con una
compañía que tuviera un espacio amplio para ir con los niños y algún detallito
como un juego para colorear, o facilidades para calentar una papilla, etcétera...
que una donde te miran mal por viajar con las niñas.
Puede parecer una tontería,
pero para mí, ahora, no lo es. Agradezco un supermercado que tenga unas plazas
para aparcar dedicadas a embarazadas o familias con cochecitos ( ahora ya no
nos hace falta , pero cuando las dos niñas eran pequeñas , esta operación era
más que complicada ) . Me gusta ver aseos bien equipados para cambiar a los bebés.
Me gusta cuando alguien me recomienda un hotel / hostal o pensión porque tienen
habitaciones pensadas para cunas de viaje, o con microondas o que tengan
barandillas para que los niños no caigan de la cama. Son cosas muy pequeñas,
muy sencillas, pero que con la logística de viajar con gemelas, se agradecen
muchísimo. Hablo de restaurantes que tienen tronas, un pequeño espacio de juego
y no ponen caras raras cuando pides calentar una papilla.
Y hablo por ejemplo
de una iniciativa que se reanuda este viernes en Sabadell, mi ciudad, y que se
hace en muchas otras. Se llama 'Cine con bebés', y que sencillamente es una
proyección de cine adaptada a padres con bebés. Luces atenuadas, sonido nada estridente,
lugares para cambiar los niños... y un espacio donde los padres pueden
disfrutar de la película que se estrena esa semana. Compartiendo un espacio
donde además, se encontrarán con otros padres. Espero que les funcione. ¡Ojalá
hubiera existido hace 5 años!
No creo que las familias,
en este sentido, pidamos nada del otro mundo. En el fondo, no es más que
marketing familiar... y los consumidores, somos un buen puñado.
Hola Nuria! Te he dejado un premio en mi blog. Espero que te guste! Un besito.
ResponderEliminarOhhhhh zenkius!!!!
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