Sé instintivamente que pasará. Cuando nos cruzamos con una persona con
una silla de ruedas eléctrica, una chica en muletas, un chico punk con una
cresta roja impresionante. O un señor obeso en un Mehari o un señor con un
bañador blanco prácticamente transparente. Por poner algunos ejemplos de esta
última semana.
Quien dice pregunta comprometida dice preguntas de esas que te hacen enrojecer.
O que piensas «¿de dónde habrá sacado eso? ». Preguntas incómodas, indiscretas,
inteligentes, sin sentido, imaginativas, repetitivas, que te mortifican ... Es
entonces que se hace un silencio entre el momento de ver al chico punk con una
cresta roja impresionante y saber que una de las dos dirá: "Mama, ese
chico tiene los pelos rojos enganchados ". Con mi marido tenemos ensayada
esa mirada con la que nos decimos: "Cuenta atrás. Pregunta comprometida en
5 segundos, 4, 3, 2, 1, 0”. (Reconozco que una de las mejores es copyright de Ona
--> Un cura, una bruja y la lógica).
Pero de eso se trata justamente. Que pregunten y experimenten. Que no
dejen de cuestionarse cosas y de empaparse de todo lo que les rodea. Que
prueben, intenten, hagan, ensucien, descubran, fallen, duden…
A que sí?? y te ries con sus ocurrencias y las quieres cada día más al descubrir lo maravillosas que son
ResponderEliminarbesos guapisima :)
Me encantan tus entradas!