En casa devoramos
información y telediarios. Yo por profesión. Mi marido va siempre enganchado a
la radio. Desde siempre, las noticias son programa de referencia. La mayoría de
días las peques ya están en la cama, pero sí que hay ocasiones que las ven con
nosotros. La mayoría de días aprenden muchas cosas y se fijan en detalles que a mí me pasan inadvertidos. Otros, me planteo cómo cambio de canal.
La semana pasada le
di muchas vueltas al tema, obviamente por lo que pasó en París. Y fui muy consciente
que cuando las niñas ven alguna imagen de guerra o soldados en televisión,
lo primero que me preguntan es si están muy lejos. ‘Muy lejos’ es su seguridad,
es pensar que no les afecta y que no tiene que ver con su mundo a diario. Pero
la semana pasada, ‘muy lejos’ no funcionó. ‘París’ es una referencia
cercana. No sé hasta qué punto cercana,
pero su preocupación en la pregunta ‘Mamá qué ha pasado’ era más latente. Lo
primero que preguntaron es si era cerca de casa de Steph (la pareja de mi
sobrina, ellas tienen claro que él es de París, y de aquí su referencia ‘cercana’).
Esta vez tenían claro que lo que había pasado, lo que fuera y que no entendían,
no había pasado muy lejos.
¿Cómo explicamos
estas cosas a los niños? Estos últimos días he leído muchos debates sobre si era
bueno/adecuado/pertinente que vieran estas informaciones. Sobre si debían verlas o aislarlos. No tengo claro sobre qué es lo más adecuado. Ellas lo vieron, y creo que es
nuestro trabajo, como padres, contextualizar y explicar algunas realidades
que tenemos en el mundo, ya sean “cerca” o “lejos”. Pero a veces, se hace
realmente complicado. Está claro que las noticias les acaban llegando, ya sea
vía amigos, escuela o familia. Y es normal que intenten entender qué pasa y por
qué. Sólo que a veces, el qué pasa es más lineal de explicar que el por qué.
¿Cómo podemos explicar la barbarie a los niños si muchas veces ni nosotros
mismos sabemos cómo digerirla?
El peligro de la
realidad “cinematográfica”
He tardado una semana
en digerir lo que vimos por televisión la semana pasada. El día del ataque a Charlie Hebdo, y sobretodo, el siguiente. Soy periodista, y el segundo día era una
actualización constante de las informaciones que llegaban des de Francia. Pero
había un peligro real y cada vez más presente: nadie seguía ni agencias, ni
comunicados ni versiones oficiales. Lo teníamos en directo en televisión. Se hablaba de rehenes en la imprenta y el
ministerio del Interior francés salía a desmentirlo. Todo eran informaciones
contradictorias. Hasta muchas horas más tarde no supimos que había alguien
escondido dentro pasando información. Quizá sin saberlo lo estábamos delatando.
No se había ni confirmado lo del supermercado en París que ya había cámaras en
directo filmando todos los movimientos de la policía. ¿Había equipos de cámaras
repartidos por toda la capital? Y yo, que buscaba la información por todos los
canales, por un momento tuve miedo. Tuve miedo de ver cómo se estaba
convirtiendo en una película de acción. Tuve la misma sensación que
el 11S y el 11M. Sólo que ésta película, como aquellas, no era de ficción.
En algunos viajes ya les había explicado muchas guerras han sido por tener diferentes religiones y por no querer respetar que otros puedan creer en otros dioses. Intento que entiendan que no podemos odiar no rechazar a todos los que practiquen una religión por el hecho de que exista menos de un 1% de musulmanes, hindús.... radicales.
ResponderEliminarEs difícil de abordar, pq lo primero es adaptar la explicación a cada edad. Está claro que el respeto es la base de todo...
Eliminaryo tb he tenido ciertos problemas para explicarle, en seguida piensa en guerras, y aquî, que hay tanques por todas partes, està un poco obsesionada con el tema. la de parîs no nos pillô tan cerca pero la de bélgica fue muy muy cerquita de donde vivimos, aunque sobre eso no le he contado nada.
ResponderEliminarme gusta mucho tu pàginia!
Y a mí la tuya!!! me encanta!!! me quedo en Wendieland!!!!
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