Muchos nervios en las horas previas al cumpleaños de las mellizas. ¡Seis
años ya! Emocionadas porque en la escuela, sus compañeros les regalarían una
postal dónde todos escribirían su nombre y la habían decorado. Nerviosas por
qué no sabían qué les teníamos preparado nosotros… y especialmente ansiosaspara descubrir qué les había regalado su hermana. Era la gran novedad de su
cumpleaños, el gran acierto y el gran momento mágico.
No podían esperar más. Querían darse los regalos que se habían comprado la
una a la otra. Estel escogió una cajita con candado y llaves para Ona (de
Frozen, de la cual las dos están más que enamoradas). Ona escogió tres
regalos más pequeños. Un dinosaurio
dentro que un huevo. Si se echa agua, dobla su tamaño. Estel está como loca
últimamente con los camaleones, dinosaurios y dragones. También le regaló unas
cintas adhesivas para decorar y un pequeño juego de madera. Muchas risas y
besos.
Domingo, más celebraciones. Más nervios. Más emociones.
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