El trabajo que
tuvimos que hacer con una de las gemelas para ayudarla a manejar sus emociones
y controlar sus erupciones, nos tomó muchas energías (podéis leer el post dónde
lo cuento, Aprendiendo a gestionar emociones). Por mucho que implicáramos a su
hermana, por mucho que la hiciéramos partícipe, creo que por primera vez en su
vida se sintió como "apartada" de lo que le pasaba a su hermana.
Nos decía que ella
también quería ir a ver la psicóloga, porque ella también se
"enfadaba". Así que en la siguiente visita nos acompañó y le
comentamos que ella también entraría en el despacho con la psicóloga, quien de
hecho, también nos había comentado que quería hablar con las dos, para ver su
relación e interacción.
Pasaron las semanas
(verano) y la cosa estaba más tranquila. Justo antes de empezar el curso, fui con las dos a una visita. Cuando parecía que dábamos un paso adelante, tuvimos
que hacer dos hacía atrás. Porque surgió
la reacción. Notábamos que estaba más irritable, se enfadaba por todo. Actuaba
para llamar mi atención como no lo había hecho nunca, y la psicóloga me comentó
que por mucho que no lo notáramos, y sin hacerlo expresamente, habíamos volcado
más energía en una de las niñas. A menudo, por mucho que intentas tener
momentos para las dos, incluso encontrar ratos particulares con cada una de
ellas, es complicado. No es una tarea fácil. Compensar las balanzas con gemelos
requiere mucha energía y entender que cada uno tiene unas necesidades
diferentes y una forma de expresarlas también diferente. Así que ahora, intento
tener la mente especialmente abierta, y que la relación con cada una de las
gemelas fluya tal y como debe fluir. No fuerzo, no condiciono. Buscamos más espacios
y más conversaciones. Buscamos más caricias y más palabras.
Es que no hay medidores para esto, de todas formas lo que tu das y lo que sienten ellos es diferente.
ResponderEliminarQuién dijo que todo esto era fácil, ¿no? Bufff... este tema ha sido un golpe para mí estos últimos meses... pero estoy contenta de haber buscado ayuda externa para tener más herramientas para ayudar a la pequeña...
EliminarGracias por comentar Papa Cangrejo!
:-)
Ay, Nuria, y eso cómo se hace, el párrafo final?
ResponderEliminarNo lo sé, Celia, yo estoy en un intento. Es lo que más me ha costado siempre, y lo tengo como asignatura pendiente. Encontrar momentos únicos y de forma individual para cada una de ellas. A veces me enfado cuando la gente las trata como "pack"... y luego me doy cuenta que alguna vez no me aplico el cuento... buffff,,
EliminarEs realmente loable, imposible, como lo logras. Yo tengo trillizos y es la caña ya. El pack garantizado. Uff😁
ResponderEliminarTrillizos???? Blue Mary... a veces yo no lo logro y tengo mellizas!!! Me cuesta horrores!! Ufff, no imagino con una más en el pack!
EliminarUn beso! Y gracias por comentar!
Gestionar las emociones con mellizos y gemelos es una tarea compleja y continua! Nuestros hijos ademas de los celos entre hermanos tienen que convivir con una fraternidad particular que lo hace aun mas especial. Nosotros tenemos mellizos de 21 meses y estamos en la etapa de las peleas por los juguetes y a veces vemos un poquito de rivalidad cuando quieren estar con papa o mama. Lo de los celos ya llegara y lo importante, como dices, es estar preparado y atender las individualidades de cada una/o. Un beso
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