No hay ningún secreto. Es un puzzle. La diferencia es que las piezas son de madera (más resistentes que el cartón) y que vosotros podéis elegir la fotografía que queréis poner. También se puede elegir el número de piezas, para hacerlo más adecuado a la edad de los más pequeños o los más mayores.
Yo elegí una fotografía de ellas dos y en los espacios que se podían confundir más las ayudé incorporando unos dibujitos de cosas que ellas conocen a la perfección: un pez, un tren, una luna, una mariposa ...
¿Primer resultado? Cuando vieron que era un puzzle pero que las protagonistas eran ellas les gustó mucho. ¿Segundo resultado? A Ona, que es mucho más observadora, le encanta y se puede pasar muchos ratos haciéndolo, deshaciéndolo y volviéndolo a rehacer. A Estel, que le cuesta más concentrarse, le hace gracia ver cómo encajan las piezas y de esta manera lo termina haciendo del todo.
¿Qué, os animáis a probarlo? Nosotros los hacemos con la aplicación de I-Moments, con quien también hacemos los libros de fotografías, porque nos gustan mucho y la calidad es excelente. Pero de los libros de fotografías, ya os hablaré otro día. Porque es un tema que se fascina y me encanta.
Una gran idea para regalos navideños. Gracias.
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